El último Citroën 2CV salió de la planta de Mangualde, en Portugal, hace 30 años, el 27 de julio de 1990. Presentado en el Salón del Automóvil de París de 1948, rápidamente se convirtió en un éxito para el fabricante francés. Durante sus más de 40 años en activo se produjeron 5,1 millones de unidades en todas sus versiones.
Hacia la mitad de la década de 1930 Citroën inició el desarrollo del TPV, el futuro 2CV. Debía ser un coche de pequeño, capaz de circular por cualquier parte, transportar cualquier cosa, barato de compra y económico en uso como en mantenimiento. Estas fueron las instrucciones transmitidas por el Director General al ingeniero André Lefèbvre.
El proyecto estuvo listo en 1939 y debía presentarse ese mismo año, pero al estallar la Segunda Guerra Mundial el Salón de París fue suspendido. Los 250 prototipos construidos fueron destruidos y apenas se completaron unas pocas unidades de serie que fueron ocultadas.
Después de la guerra, Citroën volvió a trabajar en el proyecto y el Citroën 2CV, totalmente rediseñado en relación con el TPV, se presentó el 7 de octubre de 1948 en el Salón del Automóvil de París. El 2CV era un vehículo de reducidas dimensiones, con tracción delantera y una filosofía de simplicidad en sus componentes. Además, a causa de la escasez de materias primas, Citroën solo podía garantizar inicialmente una producción limitada, lo que generó listas de espera superiores a los seis años.
La carrocería de acero de cuatro puertas del Citroën 2CV no era de tipo autoportante, se atornillaba al chasis. En lugar de un techo fijo de acero, el vehículo disponía de un techo convertible en algodón impermeable que reducía peso y costes. Durante buena parte de su vida, todas las unidades se equiparon con frenos de tambor en las cuatro ruedas y solo a partir de 1981, se montaron frenos de disco en las ruedas delanteras.
En un primer momento el motor del 2CV fue un bóxer bicilíndrico refrigerado por aire y con una cilindrada de 375 c.c. Rendía 9cv, generaba una velocidad máxima de 70 km/h y estaba vinculado a una caja de cambios de 4 marchas. Posteriormente fue incorporando otras motorizaciones, como el motor de 602 c.c. del Citroën 2CV6 de 1970; que desarrollaba ya 28cv y tenía una velocidad máxima de 113 km/h.
Como curiosidades, en todos los 2 CV fabricados era posible poner el motor en marcha utilizando la manivela para aflojar los tornillos de las ruedas; en 1951 se lanzó una versión comercial furgoneta, que fue muy popular en España. Y también el 2CV fue el primer vehículo que salió de la planta de Vigo en 1958.
Durante su producción se lanzaron varias versiones especiales, como por ejemplo la denominada Spot en 1976 con una carrocería en color naranja y blanco; en 1981, se lanzó la popular versión Charleston en homenaje a locos años 20, en tonos amarillo y negro o en burdeos y negro; o la llamada Cocoricò, con un tono tricolor de carrocería muy a la francesa.