La fiscalía de Munich ha anunciado la conclusión de la investigación a Audi por el presunto fraude en las emisiones en motores diésel V6 y V8. En un comunicado Audi acepta pagar lo impuesto y admite su responsabilidad en los hechos.
Audi tendrá que abonar 800 millones de euros, en concepto por multa y la devolución de los beneficios obtenidos. El motivo es el uso deliberado de “software” para superar la pruebas de homologación en emisiones contaminantes. Hecho conocido por la cúpula de la compañía desde 2006 según consta en documentación intervenida; nunca lo reconoció ni hizo nada para subsanarlo.
Audi ha comunicado que admite los hechos y no recurrirá la sanción.