BMW ha recuperado y restaurado para su colección de vehículos un modelo único, un BMW 1600 GT convertible. Y este modelo es único porque solo existieron dos prototipos y solo se conserva uno de ellos. Sin embargo esa exclusividad es la imagen de un proyecto frustrado.
Con esta restauración BMW ha recuperado un trocito de su historia; que arranca con Glas, un fabricante alemán famoso por su microcoche Goggomobile, que incluso llegó a fabricarse en España mediante acuerdos con la empresa vasca Munguía Industrial (Munisa) entre 1962 y 1966. Glas quiso producir vehículo deportivos denominados como GT, y en 1964 diseñado por el italiano Pietro Frua, lanzó el primero de ellos, el 1300GT; un año después lanzó el 1700GT, un modelo más potente.
Glas quería ir más allá, y se alió con BMW para producir proyectos más ambiciosos y distribuirlos, pero su situación económica llevó a que en 1966, BMW adquiriera la empresa. El GT de Glas pasaría a ser un BMW 1600 GT, un modelo también coupé, pero esta vez con el motor del BMW 1600 TI de 105cv; además incorporaba su eje trasero, los faros o los asientos de este modelo.
Un importador de BMW en Norteamérica llamado Max Hoffmann propuso el desarrollo de una versión cabrio de este modelo ya que pensaba que tendría buena aceptación allí. El proyecto fue encargado nuevamente a Frua, quien diseñó y entregó una carrocería cabrio en octubre de 1967; la carrocería llegó a la ya planta de BMW de Dingolfing para completar su montaje, siendo completada la primera unidad el 16 de noviembre de 1967. El modelo fue homologado y se inició un programa de pruebas; para este programa se produjo un prototipo más, pero uno de ellos sufrió un importante accidente, por lo que se decidió cancelar el proyecto.
El único superviviente fue entregado al principal accionista de BMW en ese momento, Herbert Quandt. Permaneció en manos de la familia durante muchos años y luego pasó a otros propietarios privados. Su último hogar fue el Centro de Ingeniería de Allianz en Munich donde estuvo expuesto. BMW decidió recuperar este modelo y tras pactar su adquisición, los responsables de clásicos del fabricante bávaro decidieron que había que restaurarlo a su estado original.
El modelo volvió a Dingolfing para su restauración y fue encomendada a los aprendices a mecánicos de BMW. La división BMW Group Classic se encargó de facilitar las piezas necesarias y restaurar las existentes. Después de un laborioso proceso, el modelo ya se ha incorporado a la exposición del museo de BMW.