Opel confirma que la fiscalía y la policía alemana habrían registrado dos de sus sedes en el marco de una investigación de la KBA. El motivo apunta el medio alemán Bild, un presunto fraude en las emisiones de motores diésel mediante el uso de software. Si estas informaciones son ciertas, el caso sería similar al descubierto en Volkswagen en 2015.
Según este medio los vehículos afectados, casi 100.000 unidades, serían de los modelos Insignia y Zafira entre los años 2012 a 2017.
Opel ha emitido un escueto comunicado de prensa, en el cual confirma que la oficina del fiscal de Frankfurt está llevando a cabo investigaciones en las sedes de la compañía en Rüsselsheim y Kaiserslautern. Señalan asimismo que no pueden comentar nada de la investigación y reafirman que sus vehículos cumplen con la normativa.
Actualización a 16 de octubre de 2018: Opel ha ampliado su comunicado afirmando que entre febrero de 2017 y abril de 2018, inició actualizaciones voluntarias para los modelos diésel de Zafira Tourer (2.0l y 1.6l), Cabrio (2.0l) y la anterior generación de Insignia (2.0l) fabricados entre los años 2013-2016.
Alrededor de 31.200 vehículos estaban afectados en Alemania. Más de 22.000 habrían acudido voluntariamente a esta revisión y restararían unas 9.000 unidades. El fabricante no ha aportado datos en otros mercados.
Fuentes: Bild y Opel