Corría el año 1967 y Porsche comercializó por primera vez el 911 con una transmisión semiautomática, denominando a la versión como “Sportomatic”. Y decimos semiautomática, porque la caja no cambiaba de marcha, sino que se podría decir que era una caja manual sin embrague.
Este tipo de cambio no tenía como objetivo mejorar la conducción o las prestaciones del 911, sino a dar comodidad a la conducción. Algo que hizo florecer enormes críticas entre los puristas de la marca. Más si cabe, cuando era 2 segundos más lento en el 0-100 km/h que el homólogo manual. El resultado fue un fracaso no solo en críticas, también en ventas.
Después de este batacazo, Porsche no volvió a desarrollar un cambio automático hasta la década de los ´80, y esta vez con una tecnología diferente, el doble embrague (PDK), que fue presentado en 1986. El primer destino de este tipo de cambio fueron los vehículos de competición de la marca. Todavía quedaba un largo camino hasta su implementación en los modelos en serie.
El PDK era ya un verdadero cambio automático, que sí engranaba marchas mediante el uso de dos embragues; uno se encargaba de las marchas pares, mientras que el otro lo hacía con las impares y la marcha atrás. Una de la principales ventajas con respecto al manual es que con esta caja se puede seguir acelerando mientras se produce el cambio de marcha a diferencia de las manuales.
Pero este tipo de cajas tienen un problema de concepción, y es que a diferencia de las caja de variador continuo (como la Multitronic de Audi), son más bruscas en las transiciones o en las maniobras a baja velocidad. Este ha sido el gran caballo de batalla de los ingenieros que desarrollan estos cambios y que a día de hoy han mejorado enormemente.
Hasta la llegada de las transmisiones PDK a los modelos de serie, Porsche desarrolló el Tiptronic. Este comenzó a desarrollarse en la década de los ´90, tecnología que después fue implementada en el resto de las marcas del Grupo VW.
Sería hacia 2008, cuando Porsche empezó a ofrecer opcionalmente el cambio PDK de 7 velocidades en los 911 Carrera y 911 Carrera S. Con este cambio y utilizando el modo Sport Plus, mejoraba la aceleración en el 0 a 100 km/h en 0,4 segundos frente a la versión con transmisión manual de 6 velocidades. En 2009, llegó el Panamera, este modelo fue el primero de Porsche en ofrecer únicamente en alguna versiones el cambio PDK de serie y el modelo actual, ya únicamente se ofrece en su totalidad con ese tipo de cambio.
A día de hoy la concepción de estos cambios entre los fans de Porsche ha mejorado. Y sus números hablan por sí solos, de los modelos 718 y 911 actuales, 3 cuartas partes de las ventas anuales de estos modelos son con transmisión automática. Aún con todo este camino hacia las transmisiones automáticas, Porsche no se ha olvidado de sus “puristas”. El nuevo 911 Speedster, no está disponible con transmisión automática, únicamente con una manual.