El 1 de septiembre es la fecha límite para muchos modelos que no se adaptarán a la nueva norma de homologación WLTP y que no podrán ser matriculados más allá de esa fecha, salvo excepción.
El ciclo WLTP esta pensado para dar una respuesta más real a los test de homologación y sustituye al ciclo NEDC, incorporado en los ‘80; este ciclo de homologación únicamente incluía pruebas en laboratorio. Y precisamente ahí estaba el problema, los vehículos se diseñaban para superar esas pruebas de laboratorio pero no las reales. Ahora el ciclo WLTP incorpora además pruebas de circulación reales, por lo que se espera que los consumos y datos de emisiones sean más cercanos a la realidad que vivimos los conductores en nuestro día a día.
Entre 70-100.000 unidades de vehículos, según las asociaciones que agrupan al sector de la venta de automóviles en España, quedan fuera de este ciclo y se restringe su venta hasta el 1 de septiembre. Algunas cifras sitúan en cerca de 50.000 vehículos diésel los que forman parte de este stock, principalmente en comerciales. Hay una excepción que permitirá matricular vehículos después de esa fecha hasta el 1 de septiembre de 2019; ahora bien, estas excepciones se basan en el volumen de ventas de años anteriores, por lo que no permitirían dar salida a todo el stock acumulado.
La solución para dar salida al stock está siendo promociones o descuentos de estos modelos pero también algo que nos imaginamos que va a suceder en breve, la automatriculación. Y es que fabricantes y concesionarios tendrán que matricular estos coches y darles otras salidas, como el famoso km0.
Las incertidumbres en el mundo de motor con el tema de las emisiones y restricciones hacen cada día más complicada la elección de un vehículo ideal. Algunos verán en esto la oportunidad de adquirir un modelo a buen precio ya sea nuevo o en km0, mientras que otros lo descartarán por el miedo al endurecimiento en la normativa y futuras restricciones.