Hace 40 años Mercedes presentó en el Salón de Ginebra el 300 SEL 6.3 (W 109), un vehículo que combinaba un modelo de alta gama con las prestaciones de un motor deportivo V8. Sus prestaciones en el 0-100 km/h son 6,5 segundos, completa el kilómetro en 27,1 segundos y desarrolla una velocidad máxima de 220 km/h.
El Mercedes 300 SEL 6.3 pesa 1.780 kgs y para obtener esas prestaciones el motor V8 de 6,3l rinde 250cv a 4.000 rpm, estando vinculado a un cambio automático de 4 velocidades. Para mover con soltura y comodidad este clásico cuenta con dirección asistida, suspensión neumática con control automático y frenos de disco ventilados.
La sección delantera, el túnel de transmisión y la zona del piso se modificaron para acomodar el motor en la serie W 109. El motor V8 de 6.3l fue adoptado también en la limusina Mercedes-Benz 600 (W 100) con modificaciones muy pequeñas.
El exterior de esta versión apenas se diferencia de otras versiones de la serie W108/109. Solo las siglas «6.3» en el lado derecho del maletero, los faros halógenos gemelos y las luces antiniebla delanteras adicionales distinguen a esta versión.
En el interior cuenta con un velocímetro con una escala más grande, un cuentarrevoluciones en la versión estándar y la diferente posición del reloj distinguen al «6.3» del 300 SEL.
El 300 SEL 6.3 se originó como una idea del ingeniero de pruebas de Mercedes-Benz, Erich Waxenberger, se produjeron un total de 6.526 unidades hasta 1972 y actualmente es un modelo clásico muy valorado.