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Mercedes-Benz GLC F-CELL: híbrido de hidrógeno

Mercedes-Benz nos ha presentado un nuevo híbrido, el GLC F-CELL, aunque esta vez no funciona con gasolina: lo hace con hidrógeno.

 

Será quizás el primer híbrido eléctrico que funciona con hidrógeno como su segundo combustible. El concepto es claro: eliminar el motor de gasolina que es el culpable de las emisiones de CO2 en los vehículos y sustituir el sistema de propulsión por uno de hidrógeno, que promete cero emisiones dañinas a la atmósfera.

El coche es un híbrido enchufable al uso, como ya conocemos. Se puede cargar en un enchufe tradicional o en diferentes que encontraremos en las ciudades o carreteras y dispone de una autonomía eléctrica de 50 kilómetros aproximados, además, se permite la recuperación de energía en frenadas y descensos, utilizando la frenada regenerativa.

El segundo modo de propulsión está alimentado por hidrógeno, que con el depósito que tiene el coche, permite circular 400 kilómetros recargando este gas en una estación tardando menos de tres minutos. El GLC F-CELL tiene 211CV (155kW) y 365 Nm de par.

 

Para lograr esta autonomía, el GLC F-CELL tiene dos tanques de fibra de carbono que pueden albergar hasta 4,4Kg de hidrógeno a 700 bares de presión, lo que hace que se pueda recargar muy rápidamente en las estaciones de servicio que dispongan de este combustible. El consumo de hidrógeno es de 1 Kg / 100km, haciendo unos 430 kilómetros en ciclo NEDC, que en la realidad se quedarán en alguno menos.

 

La batería de la parte eléctrica tiene 13.5 kWh y es una fuente de ayuda para el motor eléctrico. En el coche se incluye un cargador de 7.4kW para cargarlo en un enchufe doméstico. Se carga del 10 al 100% en tan solo 1.5 horas.