Audi lanza el nuevo S8, que es más potente, más rápido y más limpio que su predecesor.
Vamos a empezar por lo más importante: el corazón. Aunque Audi últimamente ha dotado a sus versiones «S» con motores diésel de 6 cilindros, en su buque insignia es todo lo contrario.
El Audi S8 incorpora un motor V8 de gasolina, de 4 litros de cilindrada, que proporciona 571 CV (420kW) y 800Nm de par. Las cifras de velocidad son muy buenas, hace el 0-100 en tan solo 3,8 segundos gracias a sus dos turbocompresores. La velocidad máxima está limitada a 250km/h.
Audi ha dotado también a este S8 de tecnología mild-hybrid de 48V que le otorga la pegatina ECO de la DGT en España, con lo que podrá circular sin restricciones por el centro de ciudades. El fabricante promete un ahorro de 0,8 litros de gasolina cada 100 kilómetros gracias al uso de este sistema eléctrico, además de contar con la desactivación de cilindros individualmente en situaciones de poca carga. El coche también cuenta con tracción quattro y una caja automática tiptronic, de convertidor de par de 8 velocidades.
El Audi S8 viene de serie con la suspensión AI que se anunció con el lanzamiento del A8 en 2017. Esta suspensión activa puede, en combinación con la suspensión neumática, elevar o bajar cada rueda por separado usando actuadores electromecánicos cuando se detectan situaciones irregulares en el asfalto. Con esta suspensión, el Audi S8 en el modo «Confort+» puede ser una berlina de lujo muy confortable, o en el modo «Dynamic», un coche deportivo.
Otra posibilidad del Audi S8 es la dirección a las cuatro ruedas, que ayudan a la maniobrabilidad del coche, así como más estabilidad a altas velocidades. Se une a un diferencial deportivo que puede transmitir el par entre las ruedas traseras para «empujar» al coche hacia la curva y hacer el trazado más fácil y estable.
Los frenos que equipa el Audi S8 son generosos, pero el cliente puede elegir los frenos cerámicos opcionales, de 420mm delante y 370mm detrás, y pesan 9.6Kg menos que la versión con frenos convencionales.
En el diseño, son pocas las novedades que presenta. Se mantiene como una berlina muy elegante de representación, aunque su carácter deportivo se hace notar por sus enormes llantas de 21″, ciertos detalles en el paragolpes delantero, y además, los 4 escapes tradicionales de los modelos S de Audi. Los espejos retrovisores tienen también carcasas exclusivas de la versión S, y opcionalmente se pueden sustituir los elementos cromados del vehículo por elementos negros con el paquete «Black styling».
De serie el Audi S8 equipa faros LED, pero los Matrix HD con pilotos OLED son opcionales, además de poder elegir iluminación láser. En conducción autónoma se dispone de diversas opciones, como el paquete «Tour» que incluye el control de crucero adaptativo, asistente de atascos (conducción autónoma a menos de 60km/h), mantenimiento de carril, entre otros. Todas las pantallas del salpicadero y el cockpit digital son de serie en todos los acabados y versiones del Audi A8 (y el S8, por supuesto), pero sí se puede equipar opcionalmente de pantallas en la zona trasera, así como el «mando» para controlar los asientos y otros aspectos del coche. La música está firmada por Bang&Olufsen, por supuesto, de forma opcional en forma de 2 opciones.
Gracias a la suspensión neumática adaptativa, el Audi S8 es capaz de levantarse de un lateral si detecta una inminente colisión lateral para minimizar el impacto a los ocupantes del vehículo, así como avisar a los servicios de emergencia. Entre sus funciones, el S8 también cuenta con aparcamiento automático desde la app del móvil, información sobre los semáforos (avisa al conductor cuánto tiempo y a qué velocidad debe ir para encontrase los semáforos en verde), etcétera.
