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Se cumplen 90 años del “cohete” Opel RAK-2

A las 10 de la mañana del 23 de mayo de 1928, un futurista coche de carreras con alas laterales recorrió el circuito de Avus en Berlín. Fritz von Opel, de 29 años, nieto del fundador de la compañía, Adam Opel, había puesto en marcha sucesivamente 24 cohetes de combustible sólido situados en la parte trasera de su RAK-2.

Los 3.000 espectadores que se dieron cita estaban entusiasmados cuando el vehículo se detuvo: Fritz, “el Cohete” de Rüsselsheim, había establecido el nuevo récord de velocidad, alcanzando los 238 km/h. Además había demostrado al mundo la potencia de la propulsión por cohetes y la capacidad de controlarla.

La historia del Opel RAK-2 se remonta al otoño de 1927. Fritz von Opel decidió participar activamente en el proyecto de investigación con cohetes del publicista y astrónomo Max Valier (1895-1930). El empresario aportó la base financiera de Opel para aquel proyecto.
En parte porque estaba personalmente fascinado por la tecnología de los cohetes y, en parte, porque esperaba que el plan visionario tuviera un efecto positivo en la marca Opel. Opel invitó a Friedrich Sander (1885-1938) a participar en el proyecto para lograr una implementación rápida del motor de cohetes, ya que la empresa de Sander fabricaba cohetes de señales con combustible sólido.

La cooperación entre Valier, Sander y von Opel empezó a dar sus frutos en marzo de 1928. Los primeros prototipos propulsados por cohetes se testaron en el circuito de pruebas de Opel en Rüsselsheim. El 11 de abril, el Opel RAK-1, con el ingeniero de Opel y piloto de carreras Kurt Volkhart al volante, alcanzó los 100 km/h en ocho segundos. El vehículo, que ya llevaba unas pequeñas alas en los costados, se basaba en el Opel 4/12.
Estaba impulsado por doce cohetes Sander con unos 40 kilogramos de combustible. El equipo acordó realizar pruebas a mayores velocidades, sobre todo en vista de la respuesta de la prensa. Como el circuito de pruebas de Rüsselsheim no era adecuado para dichas pruebas, el equipo optó por el de Avus en Berlín, con sus dos largas rectas.

El Opel RAK-2 se diseñó especialmente para intentar batir el récord de velocidad en el Avus. Se basaba en el chasis del Opel 10/40 y era una versión perfeccionada del RAK-1 en muchos aspectos. Era más largo que su predecesor, con una longitud de 4,88 metros, se había mejorado la aerodinámica, las alas superiores eran más grandes y llevaba 24 cohetes de combustible sólido que desarrollaban un empuje de seis toneladas.
Por lo demás, se mantuvo la ignición eléctrica secuencial de las cargas mediante un pedal en el suelo. El coche de carreras de aspecto futurista y 560 kg de peso, carecía de motor y de transmisión.

Fritz von Opel decidió ser el piloto, y planificó desde el punto de vista técnico y organizativo, el espectáculo para batir el récord en Berlín. Unos 3.000 invitados, entre los que figuraban periodistas, celebridades, deportistas y políticos, acudieron masivamente al evento. Los mecánicos August Becker y Karl Treber retiraron la lona que cubría el Opel RAK-2 y lo empujaron cuidadosamente hasta la salida. Fue entonces cuando se instalaron los cohetes y se conectaron al mecanismo de ignición.

El empresario nacido en Rüsselsheim tomó bien la curva norte y logró evitar que el coche se despegara del suelo, ya que las alas no suministraban suficiente adherencia aerodinámica para las velocidades que podía alcanzar. En solo tres minutos todo había terminado. Von Opel alcanzó una velocidad de 238 km/h y Opel recibió rápidamente reconocimiento por el coche más avanzado e innovador del momento.

Estimulados por el éxito en Berlín, Fritz von Opel y Friedrich Sander continuaron experimentando. El 23 de junio de 1928 establecieron un nuevo récord de vehículos sobre raíles al alcanzar los 256km/h con la vagoneta impulsada por cohetes Opel RAK-3. Después de realizar pruebas con una motocicleta Opel Motoclub, dirigieron su atención a la aviación.

El 30 de septiembre de 1929 logran otra hazaña precursora: el primer vuelo propulsado por cohetes del avión de alas elevadas Opel-Sander RAK-1, fabricado por Julius Hatry. Poco después, la Gran Depresión puso punto final a los experimentos con cohetes de Opel y la compañía centró su capacidad en el desarrollo de vehículos.

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