En septiembre Volkswagen entregó 485.000 vehículos a nivel mundial, lo que supone una caída del 18,3% con respecto al año anterior.
La caída más notable es precisamente en Europa y en Alemania, con una bajada de 46,4% y 47,1% respectivamente, comparado con septiembre de 2017. En Europa se entregaron solamente 91.100 vehículos y en Alemania de 23.000 vehículos.
El motivo es el WLTP. Por un lado está la falta de adaptación al nuevo ciclo de homologación de su gama, que está afectando seriamente al fabricante alemán; con modelos retirados o paralizada su comercialización, e incluso ceses temporales de actividad en las fábricas, una de las que lo sufre ya es Landaben.
Por otra parte, se encuentra la bajada en la demanda de las motorizaciones diésel debido a las incertidumbres y escándalos en las emisiones, que incluso ha llegado a uno de sus modelos icónicos, el Golf.
El fabricante confía remontar los resultados a final de año, y todavía sus números son positivos debido al buen primer trimestre que tuvo en ventas; aunque advierte que en octubre puede continuar la tendencia.
Finalmente ha comunicado que los 14 modelos más vendidos de Volkswagen estarán homologados bajo el nuevo ciclo antes de finales de año.