BMW celebra 50 años del desarrollo de motores Turbo en la competición. Durante estos años los diversos desarrollos han obtenido éxitos, aunque también se sucedieron fracasos.
En primer motor debutó en 1969, recibió la denominación de M121 y fue montado en un BMW 2002 TI. El M121 era un motor 2.0 de 4 cilindros, que rendía 280cv y estaba equipado con un turbo de 0,98 bar de presión. Curiosamente el turbocompresor podía ejercer una presión hasta 1,76 bar, pero utilizaron una menor, para evitar roturas prematuras del motor.
El BMW 3.0 CSL, un “art car” diseñado por Frank Stella, equipó el motor M49/4. Con una cilindrada de 3.2 litros, ofrecía la friolera de 750cv. En esta ocasión el turbocompresor generaba 1,72 bar. En 1976 debutó en Silverstone y participó en Le Mans, pero los problemas técnicos le llevaron al fracaso.
La escudería Schnitzer Motorsport compitió en el campeonato alemán en 1977 y venció con un BMW 320 Groupo 5. Este equipaba el motor M12/12 que era un 2.0 de 4 cilindros que rendía 400cv.
En 1979 BMW desarrolló el M88/2 para un M1 Procar Grupo 5 para el campeonato alemán. El vehículo sufrió problemas de homologación y no pudo competir hasta 1981. Este motor, que rendía 1000cv, obtuvo una victoria ya en ese año en Norisring.
La Fórmula 1 también fue objeto de desarrollo de motorizaciones turbo por parte de BMW. Así en 1981, Paul Rosche desarrolló el motor de 1.5 litros, M12/13, utilizado en el Brabham BMW. Inicialmente el motor rendía 560cv. En 1982, Nelson Piquet obtuvo la primera victoria en Fórmula 1 de un BMW Turbo. El piloto brasileño se alzó con el campeonato con un monoplaza Brabham BMW BT52 en 1983. El motor ya rendía 640cv y el turbo soplaba a 2,9 bar. El motor evolucionó hasta llegar al M12/13/1 que ofrecía un modo de clasificación en el que rendía 1.400cv, quizás el motor de la F-1 más potente de la historia. Este último motor fue utilizado por los equipos ATS, Arrows y Benetton. Gerhard Berger, obtuvo su primera victoria de Fórmula 1 con este motor en 1986.
Después de la aventura en la Fórmula 1, BMW no volvió a desarrollar un motor turbo para competición, hasta 2011. Fueron los motores P13 del BMW 320TC para el WTCC y el P14 del Mini Countryman para competir en el WRC.
El siguiente motor turbo llegó en 2016, en un BMW M6 GT3. El motor P63 derivaba del S63 de serie. Se trataba de un V8 con 4.4 litros de cilindrada y rendía 585cv. Este motor ha ganado as 24 horas de Spa-Francorchamps en dos ocasiones en su clase. En 2018 este motor evolucionó, denominándose P63/1, reduciendo la cilindrada a 4.0 litros para cumplir la normativa. Dependiendo los modos, rendía entre 500cv y 600cv. Su mayor éxito hasta la fecha es una victoria en la clase GTLM en las 24 Horas de Daytona.
Finalmente en 2019, BMW regresó al DTM alemán, y lo hizo con un M4 equipado con el motor P48. Un motor turbo de 2.0 litros de cilindrada y que rinde 600cv con un turbo con una presión de 2,5 bar. En su debut en dicho campeonato se alzó con la victoria.
El Turbo y BMW en la competición es una historia que todavía no ha acabado.