Desde que fue inventada en 1900 por Ferdinand Porsche, ha tenido muchas revisiones y mejoras.
La filosofía principal de cualquier Porsche con tracción PTM (Porsche Traction Management) mejorar tanto las prestaciones dinámicas como la seguridad en la conducción. Esto fue el motivo por el cual Porsche desarrolló un sistema de tracción total.
Distribuye la potencia entre las ruedas delanteras y traseras activamente y varía muy rápidamente. Puesto que siempre está siendo monitorizada, puede responder de una manera muy veloz a las diferentes situaciones mientras conducimos. Por ejemplo, se monitoriza la velocidad de las cuatro ruedas, la aceleración longitudinal y lateral del vehículo, así como el ángulo de giro.
Después de evaluar todos los datos que proporcionan del coche (que son mucho más de los que hemos comentado), es posible ajustar la distribución de propulsión de manera efectiva, sabiendo el coche si es necesario más empuje en las ruedas delanteras o no. Aunque este sistema está siempre en funcionamiento, es en condiciones adversas como en nieve o ambientes húmedos cuando saca a relucir todo su potencial.
Una rueda solo puede transmitir una determinada fuerza máxima, que se divide entre la fuerza lateral y longitudinal. Cuanto más acelera el conductor (y se incrementa la fuerza longitudinal), menos fuerza lateral queda disponible para la rueda. Cuando ocurre esto, las ruedas pueden patinar y el eje trasero de un coche de propulsión tiende a adelantar al delantero. Si el sistema de tracción en esta ocasión transmitiese más fuerza al eje delantero, la fuerza longitudinal de las ruedas del eje trasero recibirían menos fuerza y tendrían más disponible para la fuerza lateral.
La parte técnica de la tracción total de Porsche (PTM) es la misma en todos los modelos de la marca, tanto en el 911 Carrera 4, 911 Carrera 4S, 911 Targa 4, 911 Turbo, Cayenne, Macan y Panamera. Como en todos los coches de propulsión, la fuerza del motor es transmitida al eje posterior. Sin embargo, al añadir la tracción total a la salida de la transmisión, se dirige a un embrague que puede variar totalmente la cantidad de par.
Para el Cayenne y el Macan, los SUVs de la marca, la tracción total se ha personalizado un poco más y se han añadido opciones para garantizar el uso off-road de los vehículos. El conductor puede accionar los sistemas off-road pulsando un botón, y en el caso del Cayenne, se puede hacer por partes.