En el apartado estético, el Peugeot 203 destacaba por un diseño redondeado, con líneas clásicas. Su silueta de dos volúmenes estaba rematada por un frontal cromado, con dos faros redondos integrados en la carrocería y un capó rematado en punta, en la que figuraba el León rugiente.
Técnicamente también se apostó por la innovación. Los ingenieros de Peugeot desarrollaron un vehículo monocasco de tracción trasera con un nuevo motor de 1.293 cm3 con culata de aluminio, capaz de desarrollar una potencia de 42 CV y de alcanzar una velocidad máxima de 120 Km/h. Su caja de cambios de 4 velocidades, con su cuarta velocidad sobremultiplicada, precursora de las actuales transmisiones de 5 y 6 velocidades.
Una de las principales características del Peugeot 203 fue su capacidad camaleónica para adaptarse a cualquier tipo de utilización. Lanzado originalmente en versión berlina, con un acabado Luxe que ofrecía techo practicable, calefacción y sistema antiescarcha, también se comercializó, a partir de 1951, en carrocería cabriolet, con tres colores de tapicería de cuero, coupé (1952), Familiar (1948-56) y berlina descapotable. Mención aparte merecen sus versiones comerciales: se pusieron a la venta Peugeot 203 Camioneta, Furgoneta, Furgón, Ambulancia, Pick-up… Una polivalencia que le permitió alcanzar la cifra de 699.863 unidades producidas.
Sus éxitos deportivos, con victorias como el Raid París-El Cabo de 1950, el Rally de Yugoslavia de 1952 o el Rally Safari de 1959, le abrieron puertas como las del mercado australiano, donde se convirtió en el primer Peugeot en fabricarse en el país tras su espectacular triunfo en el Rally de Australia de 1953.