El nombre de Auto Union nos trae a la mente los orígenes de la actual Audi. Esta empresa de automóviles nació en 1932 de la unión de Audi, Horch, DKW y Wanderer en plena crisis del ‘29.
Tras la Segunda Guerra Mundial, en 1948, la empresa fue dada de baja. Pero al año siguiente gracias al Plan Marschall volvió a renacer.
En 1958, el principal accionista de Daimler-Benz propuso al Consejo de la empresa fusionarse con Auto Union. La propuesta era que ambas marcas tenían una gama de modelos complementaria y permitiría ahorrar costes de desarrollo. Por otra parte, el accionista, Friedrich Flick, tenía el 40% de cada empresa. Esta propuesta en su momento era increíble, ya que ambas eran rivales en el mercado antes de la guerra; incluso en la competición, donde los monoplazas plateados de ambas lucharon en los circuitos.
El 6 de marzo de 1958, el Consejo de Administración de Daimler decidió hacerse con la empresa de Ingolstadt, en concreto con el 88% de las acciones. Curiosamente en el registro decidieron mantener los cuatro anillos como emblema. A finales de 1959, Daimler se hizo con el resto de las acciones; así desde 1960 Auto Union pasaba a ser una empresa subsidiaria de Daimler.
Dentro ya de Mercedes (Daimler) se construyó la renovada planta de Ingolstadt, en funcionamiento desde 1959, trasladando toda la producción de Auto Union allí. La planta de Auto Union de Düsseldorf pasó a producir componentes y furgonetas Mercedes hacia 1961. Allí se fabricaría la camioneta L319 o el motor diesel OM 636; y a día de hoy es la planta de furgonetas más importante de Mercedes.
Mercedes en la década de los ‘60 inyectó recursos y tecnologías hacia Auto Union. Unos de sus jefe de diseño, Ludwig Kraus, fue transferido a esta marca junto con jóvenes ingenieros recién formados. De las sinergias entre ambas marcas surgiría el primer Audi de la posguerra, el F103. Este incorporaba un motor Mercedes M118. Lanzado en 1964, estuvo en producción hasta 1972, ya dentro de VW, siendo su sucesor el reputado Audi 80. Desde 1966, Auto Union pasó a manos de Volkswagen y muchos de esos empleados de Mercedes, entre ellos Ludwig Kraus, no regresaron a Mercedes.
Finalmente, fueron estos quiénes diseñaron los Audi 80 y 100 y quizás este último recuerda a un prototipo desarrollado hacia 1962 por el propio Kraus para Mercedes, el W 119.