La entrada en vigor de la nueva normativa de emisiones WLTP esta siendo un problema importante para algunos fabricantes y concesionarios, por ello han solicitado una moratoria en su aplicación.
Los fabricantes están ultimando casi hasta el ultimo momento la homologación de algunos de sus modelos, lo que ha supuesto retrasos en la entrega de pedidos confirmados o la cancelación de otros. Así en Seat se habla de un retraso del 5% de los pedidos o Volkswagen, que anunció una parada en su producción afectando a 250.000 pedidos; el aeropuerto de Berlín se ha convertido en un gran almacén según informaba el medio alemán “Deutsche Welle”. Además también ha afectado a la planta de Volkswagen Navarra que cerrará por falta de motores 8 días. Sin embargo, otros grupos automovilísticos no tienen ese problema como PSA.
Mientras los concesionarios se encuentran con el problema de los pedidos retrasados o cancelados. Estos les suponen problemas de índole económica y de trato con los clientes, que se encuentran molestos por la situación de incertidumbre sobre cuando recibirán sus nuevos vehículos y por otro lado, ha habido una bajada de las ventas.
La solución de los fabricantes y concesionarios esta siendo la automatriculación, que se estima que en los dos últimos meses más de 15.000 automóviles han sido matriculados para darles salida, probablemente sean comercializados como km0.
Ante esta situación los sectores afectados, fabricantes y concesionarios, han pedido una moratoria al Ministerio de Industria, en la fecha de aplicación de la nueva normativa fijada para el 1 de septiembre. Según algunas fuentes se espera una respuesta de ministerio en la próxima semana justo antes de su aplicación. Desde el sector de los concesionarios se cree bastante posible que el ministerio acceda a sus peticiones, ya que en Francia o Italia, las autoridades han aceptado la moratoria en la aplicación debido a las mismas incidencias.
De ser aprobada la moratoria por el ministerio esta por determinar si también afectará al incremento en el impuesto de matriculación de algunos vehículos, que supondrá un aumento de precio final para el comprador.