El 13 de abril de 1994 Mercedes presentaba un vehículo de investigación con una motorización eléctrica y una pila de combustible. El prototipo fue llamado NECAR (New Car Electric) y utilizó como base la furgoneta MB 100; posteriormente al continuar el programa con más vehículos se le renombró como NECAR 1. La energía eléctrica para mover la motorización de este vehículo se generaba mediante la reacción electroquímica del hidrógeno, cuyo único subproducto es el agua.
Cuando fue presentada había sido probada por las carreteras alemanas desde diciembre de 1993, el prototipo cumplió sin ningún problema los varios de miles de kilómetros que recorrió. Durante las pruebas se comprobó su autonomía, que se cifró en 130 km con un depósito de hidrógeno, la velocidad máxima se situaba en 90 km/h y la potencia máxima obtenida fue de 41cv. Su principal problema era que el sistema de pila combustible ocupaba buena parte del espacio interior.
Mercedes no se desanimó con los resultados y en 1996 llegó el NECAR 2, esta vez basada en la Clase V. Su mayor logró fue liberar el interior del vehículo, la unidad de la pila de combustible iba en el hueco del motor y los depósitos de hidrógeno se situaron en el techo como si fuera un cofre; con ello había capacidad para 6 ocupantes en su interior. También aumentó su potencia a 61cv, la velocidad máxima a 110 km/h y lo más importante, una autonomía de 250 km.
Al año siguiente, en 1997, llegó el siguiente miembro de la familia, el NECAR 3, y el cambio fue radical, era la primera vez que Mercedes introducía el sistema de pila de combustible en un compacto, el Clase A de la época. Este modelo producía a bordo el hidrógeno gracias al metanol. La potencia era la misma que en el NECAR 2 pero al ser un vehículo más ligero tenía una velocidad máxima de 120 km/h y 400 km de autonomía; cifras que se iban acercando a los vehículos convencionales.
En 1999 se presentó en NECAR 4, también basado en el Clase A, el hidrógeno utilizado se almacenaba en formato líquido en un depósito en la parte trasera; esta configuración permitía incluir a 5 pasajeros. La motorización rendía 75cv, la velocidad máxima era de 145 km/h y la autonomía de 450 km. Este modelo fue la base del NECAR 4a, que introducía tres depósitos de hidrógeno presurizado. El NECAR 4a apareció en el año 2000 como vehículo de pruebas reales en California, 15 unidades formaron parte de programa que finalizó en 2003.
También en el año 2000 apareció el NECAR 5, que volvía a producir el hidrógeno a bordo como el NECAR 3, pero reduciendo el tamaño y peso del sistema de pila de combustible, integrándolo en el piso del vehículo.
25 años después Mercedes-Benz, ha comercializado su último vehículo de pila de combustible, heredero de las lecciones aprendidas con los NECAR, el GLC F-CELL. Se trata de un SUV híbrido enchufable, que aparte de electricidad, también puede funcionar con hidrógeno puro. Cuenta con dos depósitos protegidos con fibra de carbono en el piso del vehículo con una capacidad de 4,4 kg de hidrógeno. El hidrógeno en el depósito se encuentra presurizado a 700 bar y su repostaje completo dura tres minutos. Con un consumo de hidrógeno de 1 kg/100 km, el GLC F-CELL tiene una autonomía de 430 kilómetros a base de hidrógeno según el ciclo NEDC; en modo eléctrico ofrece hasta 51 km con la batería completamente cargada.