Era octubre de 1971 cuando en el Motor Show de París vimos por primera vez este elegantísimo coupé que impresionó a todos.
Nos situamos en 1968, cuando el sucesor del W113 «Pagoda» se presentó en público pero todavía no estaba claro si el W111 Coupé también se continuaría. Mercedes-Benz pensó también esperar a la carrocería 116 (el nuevo Clase S) pero eso retrasaría enormemente la producción del nuevo Coupé. Así que se decidió poner a trabajar a un equipo que desarrolló el nuevo SLC como una variante SL, presentada solamente 6 meses después del mismo.
La producción del SLC (C 107) duró desde abril de 1972 hasta 1981, con un total de 62.888 coches. La versión 450 SLC fue la más vendida con diferencia, con 31.739 unidades.
Como ambos coches fueron diseñados casi a la vez, el frontal es totalmente igual. A partir de ahí se pueden apreciar los cambios, sobre todo en el tamaño, ya que el ancho de ruedas era 360 milímetros mayor, con una distancia total de 2,82 metros. Las ventanillas traseras en estos modelos se escondían también, quedando totalmente abierto sin que el pilar B interfiera en el diseño. La seguridad también era de primera, ya que partía de su hermano mayor SL. Incorporaba las últimas tecnologías de chasis y seguridad.
El motor V8 como estándar. El motor M 116 se utilizó para ambos modelos (SL y SLC), proporcionaba 200 cv e impulsaba el 350 SLC de 0 a 100 en 9 segundos. Pronto se presentó la versión 450 SLC que subía la potencia hasta los 225cv y se introdujo posteriormente una versión de acceso a la gama, la 280 SLC con 6 cilindros en línea y 185cv. En 1977 se añadió un nuevo 450 SLC 5.0 a la gama, generando 240cv. Además del 380 y 500 SLC en los últimos años de venta. El cambio automático era de 3 velocidades hasta 1980 que se introdujo la nueva versión de 4 relaciones y una caja manual de 5 en la versión 280 SLC (la más económica).
No faltaron tampoco versiones deportivas y de competición, como la versión 450 SLC AMG que rendía 375 cv y que ganó el Grand Prix de Nordschleife en Nürburgring en 1980.