Probamos el Mercedes-Benz A200d

Cuando en 2012 fue lanzada la tercera generación del Clase A, sorprendió al mundo del motor el gran cambio que la marca de la estrella de tres puntas había dado a su modelo de acceso. Pasando de un diseño más furgonetil a uno mucho más dinámico, se acercó peligrosamente a sus competidores, tales como el Audi A3, el Volkswagen Golf o el Seat Leon, tanto en tamaño como en diseño pero, sobre todo, en aspecto deportivo.

La cuarta generación, que es la que nos ocupa, hereda a grandes rasgos las bases de su predecesor, adaptándolos a la línea de diseño actual de la marca. Con un morro más afilado, unos grupos ópticos más alargados y finos, y un interior totalmente remodelado, se puede decir que revolucionó el mercado de los compactos, siendo sin duda, el más avanzado tecnológicamente que se puede adquirir. Acompáñanos a conocer más en detalle la última generación del Mercedes Clase A, y en concreto, este llamativo A200d en color Amarillo Sol.

En cuanto a la unidad que hemos probado, se trata de un A200d matriculado en abril de 2019. Mecánicamente está movido por un propulsor diésel, de dos litros de cubicaje y 150CV de potencia, y casado a una caja de cambios automática de doble embrague de ocho velocidades, llamada 8G-DCT. Este propulsor, heredado de su hermano mayor el Clase E, fue introducido en la Clase A a principios de 2019. De hecho, nuestra unidad es de las primeras matriculadas en España con este motor. Sin duda, se trata de la opción más equilibrada de la gama si buscamos un propulsor diésel, pues en el escalón inferior tendríamos el A180d, con bloque de desarrollo compartido con Renault, 1.5 litros y 116cv de potencia, y por encima el A220d, con el mismo bloque de 2 litros que nos ocupa pero con una potencia de 190Cv.

Se trata de un conjunto que mueve el coche con soltura, pues sus 320 nM de par están presentes desde apenas 1400 rpm. El cambio automático de 8 velocidades trabaja de forma suave, sin sobresalto alguno, escogiendo en cada momento la relación más adecuada pero, sobre todo, de forma rápida y desapercibida para los ocupantes. Es capaz de adaptarse al tipo de conducción en cada momento, primando el bajo consumo cuando así decidamos, aun siendo capaz de ofrecernos máximas prestaciones cuando hundimos el pie en el acelerador.

Con un consumo homologado de 4.8 litros por cada 100 kilómetros según el ciclo WLTP, sabíamos que quizá no iba a ser posible acercarse a esa cifra, cosa que no fue así. En recorridos por carretera no es nada difícil ver esa cifra, incluso rebajarla algunas décimas, en la pantalla del ordenador de abordo, siempre que mantengamos velocidades legales. En ciudad el consumo sube algo más, si bien es cierto que pasar de 6 litros a los 100 es una tarea para la que tendremos que poner empeño, sin duda.

Su comportamiento es neutro, aunque si bien su tonelada y media de peso se hace excesiva para un compacto. En ciudad se trata de un coche muy manejable, con unos ángulos de visión agradables, y apoyado por la tecnología disponible, como la cámara de marcha atrás o el Parktronic, las maniobras se realizan con sencillez. Cuando salimos a carretera se hace notar de inmediato un gran aplomo, aportando sensación de estabilidad y de confort en todo momento, con un tacto de dirección directo aunque muy filtrado, y una muy buena puesta a punto de chasis que difícilmente nos pondrá en aprietos dándonos algún susto.

Exteriormente, la línea AMG monta una serie de aditamentos deportivos que aumentan la presencia deportiva de esta Clase A. Contamos gracias a este acabado con elementos tales como llantas de 18 pulgadas con neumáticos Hankook de 225mm de sección, paragolpes delantero y trasero más deportivos y con entradas de aire más grandes, parrilla delantera con efecto diamante o un tren de rodaje de altura rebajada. Esto hace que la presencia del Clase A gane enteros, aunque siempre teniendo en cuenta que es algo subjetivo y que dependerá del gusto de cada persona, pues habrá clientes que prefieran el estilo más clásico de los acabados de serie.

En la zaga nos encontramos dos grupos ópticos alargados en forma de gota de agua, separados en dos secciones cada uno, flanqueando un portón de maletero con unas formas bastante regulares, contando en su mitad superior con la gran luna trasera y coronado por un spoiler de techo que, más que realizar función aerodinámica, su cometido es meramente estético, como continuación de la línea de techo. En la parte interior encontramos un difusor, cuya función vuelve a ser estética, y unos embellecedores que simulan las salidas de escape a sus laterales.

Pero el gran cambio llega con el interior. Nuestra unidad de pruebas, gracias a su línea AMG, equipa asientos deportivos con tapicería en símil de cuero y microfibra dinámica, volante de diseño deportivo ligeramente achatado, sistema de iluminación interior de hasta 64 colores o revestimiento interior del techo en color negro. Además, y gracias a equipar el paquete Premium, la lista de equipamiento se alarga con elementos tales como sistema de aparcamiento asistido con sensores y cámara de marcha atrás, asientos calefactables, apertura y arranque sin llave y las que sin duda son las reinas de su interior, dos grandes pantallas de 10,25 pulgadas cada una, siendo la central además táctil.

La pantalla correspondiente al cuadro de instrumentos es totalmente personalizable, y se maneja exclusivamente con los botones situados en el radio izquierdo del volante. Gracias a un pequeño trackpad podemos movernos por sus menús y personalizar a nuestro gusto cómo queremos ver la gran cantidad de información que nos ofrece. Podemos elegir entre un esquema de relojes clásico, con un gran cuenta revoluciones, un velocímetro, y un espacio entre ambas esferas con información relativa a nuestro viaje, o bien un esquema más deportivo en el que cambian tanto las grafías como los colores del cuadro. Por supuesto, cada elemento lo podemos combinar como más nos guste, pudiendo desde mostrar el mapa con visión panorámica ocupando toda la pantalla hasta integrarlo en una de las esferas.

La pantalla central, además de poder ser controlada mediante los botones del radio derecho del volante, se puede manejar mediante un trackpad situado en la consola central entre los asientos, de forma táctil sobre la misma pantalla, o por voz con el comando «Hola Mercedes», ofreciendonos un control total en cualquiera de las situaciones. Su sistema de navegación por disco duro y conexión a internet es rápido, con una facilidad de uso increíble, y una capacidad de cálculo casi inmediata. Lo mismo ocurre con su sistema en general, es fácil de utilizar, ya queramos llamar por teléfono, sintonizar una emisora de radio o escoger una canción de nuestro móvil o dispositivo USB.

Cuenta con dos tomas USB-C para conectar una memoria externa o un teléfono móvil, además de las ya habituales conexiones Bluetooth para tal fin. La calidad de ambas pantallas es muy buena, con una definición esperada en un coche como este, sin encontrar en ningún momento algún tipo de lag o retardo desde que damos cualquier orden hasta que se procesa. El sistema de reconocimiento de voz es comparable al que podemos encontrar en un smartphone, con una respuesta rápida y concisa, nos permite desde cambiar de canción hasta saber si tenemos tráfico en ruta, o conocer el clima en destino.

El equipo de sonido que montaba esta unidad es el sistema Advanced, incluido en el paquete Premium. Se trata del escalón medio, pues por encima tendríamos la opción del sistema Burmester, y por debajo el equipado de serie. Cuenta con 10 altavoces y una potencia total de 225 watios, además de un altavoz de graves bajo el suelo del maletero. Una opción más que suficiente para la gran mayoría del público, dejando la calidad del Burmester para oídos más experimentados.

La habitabilidad interior ha mejorado respecto a su predecesor, ofreciendo algo más de anchura en los asientos delanteros. Estos, de corte deportivo y con reposacabezas integrados, recogen el cuerpo de forma notable, evitando que a la hora de tomar curvas pronunciadas se produzcan movimientos laterales. Su tacto es bueno, así como sus materiales, a pesar de no contar con piel natural. La microfibra dinámica que montan en su parte central es de un tacto muy suave, similar a la piel vuelta o alcántara. Pese a su diseño, son cómodos a la hora de afrontar viajes largos, y será dificil echar de menos unos asientos más confortables.

Aunque es en la segunda fila donde se ve más clara esa mejora de espacio. Con una caída del techo algo menos pronunciada pero, sobre todo, unas ventanillas laterales con un perfil más alto, la luminosidad es mayor y la sensación de espacio crece. La quinta plaza, como en cualquier competidor de su segmento, se reserva para niños o emergencias, contando con un mullido algo más duro que de costumbre, y un túnel central de transmisión en el suelo que obliga a separar las piernas, colocando un pié a cada lado de este.

Por supuesto, cuentan con sistema Isofix para sillitas de niños, y en lo que atañe al maletero, encontramos un espacio de 360 litros, con unas formas más cuadradas y aprovechables que en la anterior generación, un doble fondo para pequeños objetos, y una segunda fila reclinable en proporción 40/60 que nos permite aumentar la capacidad hasta unos nada despreciables 1200 litros. Bajo de este doble fondo encontramos el altavoz de graves del equipo de sonido, así como el kit antipinchazos y la escasa herramienta de abordo, reduciéndose tan solo al gancho para remolque de emergencia.

Sin duda, esta nueva Clase A ha llegado para establecer una nueva base en cuanto a tecnología en el segmento de los compactos. Incorporando elementos de segmentos superiores y con una longitud de 4,40 metros, más cercano a lo que era una berlina de la década pasada que al tamaño de un compacto de dicha época, podemos obtener la conclusión de que se trata de un coche muy polivalente, con el que podemos circular a diario por ciudad así como realizar viajes largos cómodamente con un consumo más que contenido, además de tener una estética deportiva, agraciada y sin duda, lo último en tecnología. Ya lo preveían en sus anuncios cuando decían que algo estaba cambiando en Mercedes.

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