Mercedes-Benz SL R 129: vuelta a 1989
La Clase SL de Mercedes-Benz es muy conocida entre los amantes del motor, aunque fue en 1957 cuando el fabricante alemán la presentó por primera vez en público.
Aunque muchos asociamos el significado de las siglas SL a Sociedad Limitada, en este caso vienen de «Sport Leicht», que en alemán significa deportivo ligero. Y el primero fue el 300SL, alias «Alas de Gaviota».
La generación que nos atañe en este artículo es la cuarta, que apareció en marzo de 1989 en el Salón del Automóvil de Ginebra, con varias motorizaciones y acabados disponibles.
El modelo en 1989 incorporó unas barras antivuelco automáticas, que ayudaban en caso de accidente. Si había riesgo, un sensor desbloqueaba el mecanismo que permitía elevar la protección en solo 0.3 segundos. Además, los pilares fabricados en acero de alta resistencia ayudaban a cerrar el círculo de protección en caso de accidente.
El techo eléctrico se abre y cierra en menos de 30 segundos pulsando un botón. Mientras el techo está abierto, una pantalla de protección aparece para desviar el aire y el ruido.
Hablando de rigidez, el chasis del SL se mejoró con respecto a la anterior generación, siendo un 30% superior a la misma y prácticamente las mismas cifras a una berlina de Mercedes. Las suspensiones estaban diseñadas como en el W201 (C) y W124 (E), con suspensiones independientes detrás. Las llantas de aleación de serie eran de 16 pulgadas y tenían unos generosos frenos de disco en su interior.
La gama de motores era amplia, todos ellos poseían 6 o más cilindros y todos ellos de gasolina. El 300SL proporcionaba 190cv a 5700rpm, aunque la variante de 24 válvulas (llamada igual) daba unos generosos 231cv. En el lanzamiento, la gama cerraba con el 500SL, un motor de 8 cilindros en V dando 326cv a 5500 rpm. La gama quedó así cuatro años hasta el 1993, cuando se renovaron motores, e incluso se le cambió la nomenclatura.
Ahora, el SL280 daba 193cv y el SL320 daba 231cv. También se podía elegir el motor 600, un motor V12 que proporcionaba 394cv. Por primera vez apareció una versión SL 60 AMG que aumentaba su potencia hasta los 381cv.
El restyling del modelo apareció en 1995, e incluyó novedades como los faros de xenón, o un control de crucero más personalizable. Los SL equipados con motor 500 y 600 recibieron un nuevo cambio automático de 5 velocidades y convertidor de par.
En sus últimos años de vida, el Mercedes-Benz SL recibió otro lavado de cara y se actualizaron los motores ya existentes modificando la cantidad de válvulas (ahora 3 válvulas por cilindro) que consumía un 10% menos que sus predecesores y más potencia. Así quedaba el SL280 en 204cv, 224cv la versión SL320 y 306cv la versión SL500.
Se retiró del mercado la versión SL 60 AMG pero aparecieron dos para sustituirla: SL 55 AMG (v8, 354cv) y SL 73 AMG (V12, 525cv).
Estos últimos motores duraron únicamente tres años, porque en el año 2001 se fabricó el último R 129 en la fábrica de Bremen, elevando a 204.940 los Mercedes-Benz SL de cuarta generación fabricados en total, desde 1989 hasta 2001, de los cuales, únicamente 79.827 fueron fabricados antes del último facelift de 1998.